Me parece que he caminado miles de kilómetros,
he andado por caminos difíciles,
que he recorrido descalza sobre piedras y espinas.
Siempre he querido encontrarte,
porque aunque no lo quiera
siento que todo gira en torno a tí,
en torno a tu imagen, en torno a tu presencia...
Verdaderamente, en torno a tu ausencia.
Lo peor de todo,
es la incertidumbre...
aún cuando siento que no estás aquí conmigo,
siento que te conozco,
que te he visto.
Eso, es lejos lo más terrible.
que sé quién eres, sé dónde estás,
pero nada puedo hacer al respecto.
Ya te busqué, ya te encontré y ya te perdí.
A mi lado he encontrado otros caminos,
otras opciones,
otras sonrisas y otras sensaciones.
Pero pasa el tiempo,
pasan los días,
pasan las canciones, las lluvias,
el sol día a día,
y sigues estando aquí.
Tengo plena certeza de tus defectos,
con la misma seguridad con la cual conozco los míos.
Tengo conciencia de tus virtudes,
que es lo que me hace pensarte y sonreír.
Pero me quedo aqui,
no puedo hacer nada más,
solo te espero.
Porque esa certeza que siento
de saber que en algún momento te miraré y me verás
con la misma seguridad que en este momento parece lejana,
ahí, recién ahí,
ambos nos daremos cuenta,
que es hora.
Que dejaremos de caminar y de tropezarnos,
porque vamos a haber encontrado,
aunque sea una pequeña pausa en el camino
para sentarnos y solamente, mirarnos.
Que es lo más lindo, lo más simple, lo más anhelado.
D.